La empresa del ratón sigue apostando a la humanización de sus clásicos animados y esta vez le tocó a la película dirigida por Niki Caro y protagonizada por Liu Yifei. Sí, hoy hablaremos de por qué fracasó la versión live action de ‘Mulán’. Film estrenado el 4 de septiembre en la plataforma Disney+.
Muchos fans de la animación de 1998 se decepcionaron al saber que no estaría el simpático dragoncito Mushu ni las canciones que todos aman. Pero ¿es lo único que provocó el fracaso de esta adaptación? En esta crítica enumeraremos 3 elementos, o la ausencia de ellos, que debilitaron la película.
1. Ausencia de personajes secundarios fuertes
Mushu, el grillo de la suerte, la abuela y el general Li Shang (solo por nombrar a algunos de los personajes memorables de la película animada) no fueron incluidos en esta adaptación. Al contrario, fueron reemplazados de otras maneras: Mushu, su guardián, por el Ave Fénix y “Grillo”, ya no es un insecto, sino el nombre de uno de los jóvenes con los que entrena – un chico obeso de quien se burlan – (¿estereotipos? ¿dónde?).
Por el lado familiar, la abuela no existe, pero sí una hermana de Mulán; un personaje que no aporta nada a la trama, sólo funciona como un contraste muy débil.
Por último, su interés amoroso ahora es un compañero, un igual en su rango. Desde ya, todas decisiones que se tomaron para «Mulán» sea aceptada por el público chino.
El trío cómico de Ling, Yao y Chien Po no fue excluido como los demás, pero tampoco es algo que sobresale en la película. Tienen personalidades muy definidas en la animación y aquí solo comparten nombre con sus versiones de carne y hueso. En fin, ningún personaje secundario destaca. Sí, fueron reemplazados, pero no superados ni igualados en carisma.
2. Falta de identificación con la protagonista
¿Qué características debe cumplir un personaje para que estemos en sentimiento más cercanos a este? ¿Su fuerza, su valentía, su destreza? No. Es su miedo, su torpeza y su debilidad lo que hacen al héroe más humano y cercano a nosotros haciéndonos pensar: si él o ella puede, yo también.
En la versión animada, Mulán es ingeniosa, pero comete errores. Ella no es la dama perfecta que su familia quisiera, ni tampoco una guerrera nata al inicio. Aprende a pelear al igual que sus compañeros en los entrenamientos y su perseverancia e inteligencia le dan el triunfo.
En la versión live action a Mulán nunca la hieren. Está bien que no se muestre sangre en batalla, porque al fin y al cabo es una película para toda la familia. Pero darle habilidades sobrehumanas y remarcar que no todos nacen con el “chi”, la alejan mucho más de nosotros.
Mulán no tiene momentos de introspección en los que podamos conectar con ella. No le dan el tiempo. Cuando cae, se levanta a los pocos minutos. Es más importante mostrar sus destrezas sobrenaturales, dar patadas voladoras, saltar techos y esquivar lanzas y flechas, porque ser solamente mujer no la destaca del resto.
3. Confusión en el mensaje
Si preguntan cuál es el mensaje de esta película, es difícil decir uno en concreto, ya que se mencionan muchos valores e ideas. Se nombra el honor, cuando una mujer lo trae a su hogar al casarse para «ocupar el lugar que le corresponde». A Mulán le preocupa deshonrar a su familia.
Además, la lealtad, la valentía y la verdad son los pilares de la virtud, grabados en la espada de su padre, quien le dice: “no hay valentía sin miedo”. De los tres, la verdad es el que más le pesa a Mulán por su engaño.
También se menciona la búsqueda de la aceptación por lo que uno es, pero no sólo por los demás sino por uno mismo. Y por supuesto el mensaje feminista no puede faltar. La historia de la guerrera china lo es de por sí: una mujer en un rol comúnmente masculino.
Parecen muchos elementos y, como si fuera poco, al finalizar la película agregan un cuarto pilar a la espada, la devoción por la familia.
El mensaje que se quiere transmitir debe guiar la historia y las acciones de los personajes deben reforzarlo. Si conviven muchas ideas, no se destaca ninguna. Y si deben verbalizarse, es decir, mencionarlas en palabras concretas en un diálogo para que queden claras para el espectador, le restan valor al mensaje.
Estos son los elementos que creemos que se deberían mejorar para lograr una adaptación que supere o al menos iguale a su versión animada.
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