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‘Rápidos y Furiosos’: la octava invasión

Este año llegó a nuestro país la octava entrega de la franquicia hollywoodense «Rápido y Furioso». Con esta nueva entrega, la saga se convierte en una de las series audiovisuales más largas de la historia ¿Cuál es la receta para crear un producto tan increíble y pretencioso pero efectivo a la hora de llenar las salas de cine?

La primera parte de la saga ‘Rápidos y Furiosos’ (‘The Fast and the Furious’) se estrenó en 2001 y recaudó aproximadamente 207 millones de dólares en todo el mundo. Los actores protagonistas no eran tan famosos en ese entonces pero hoy son -y serán para siempre- reconocidos por esta saga. Actualmente es la mayor franquicia del estudio Universal de todos los tiempos y está compuesta por películas, videojuegos, bandas sonoras y juguetes.

El pasado 13 de abril se estrenó en nuestro país el capítulo 8 de este proyecto. Tomemos un caso concreto: entramos al cine y nos paramos a ver la cartelera de una de estas reconocidas cadenas de salas de cine que se encuentran a lo largo y ancho del país. Nos encontraremos con que ‘Rápidos y Furiosos 8’ cuenta con seis funciones en formato 3D y ocho en formato 2D (esto hace un total de catorce funciones por día), mientras que otras películas como ‘Soldado argentino solo conocido por Dios’ cuenta con sólo dos proyecciones durante la misma jornada.

Cabe destacar que una película nacional, como la mencionada en el párrafo anterior, al momento de su estreno debe tomar especial cuidado con no competir con otro film de cine nacional. Esto es así para no quitarse entre ambas películas los pocos espectadores que podrán alcanzar debido a la mala suerte de figurar por debajo –como es de esperar- de un tanque de Hollywood. Tomando esto, me gustaría centrarme en otra producción argentina que tiene su estreno previsto para el mes de mayo. Hago referencia a ‘El Candidato’ del director Daniel Hendler (que tendrá su pre-estreno en el BAFICI). La película tuvo que “patear” su estreno para no competir con ‘El Otro Hermano’ (Caetano, 2017). Cabe destacar que este último film nombrado no duró más de una semana en la cartelera del cine al que hacemos referencia, como una clara consecuencia de que las cadenas hicieron todo el esfuerzo posible para privilegiar a la estrella del momento.

El funcionamiento desregulado del mercado mundial permite a las empresas tomar este tipo de decisiones porque lo que buscan es lograr la mayor recaudación posible. Al respecto, es conocida la lucha constante entre los países miembros de la Organización Mundial de Comercio acerca de si las producciones audiovisuales son una excepción cultural o si constituyen un servicio que puede ser librado al mercado como cualquier otro.

Una recaudación tan grande como la que ‘Rápidos y Furiosos’ se lleva de nuestro país va en contra de esa lucha por la excepción cultural. No pretendo con esto enfrentarme al mercado porque es, desde cualquier punto de vista, imposible. Está claro que si llegan a tomar este tipo de medidas es porque nosotros constituimos un público predecible y las cadenas de cine saben exactamente qué es lo que va a elegir la gente sin necesidad de llegar a un estreno. Y, además, siempre está quien aun cuando la película que quería ver no está, o agotó sus entradas, compra una entrada para “lo que hay”.

Cuestiones para reflexionar hay de sobra pero ¿cuáles son los elementos atractivos para una sociedad en la cual las carreras llamadas “picadas” están prohibidas legalmente, los autos no vuelan, ni vemos por la calle hombres con los brazos de «La Roca»? Por otro lado, los creadores de ‘Rápidos y Furiosos 8’ parece que se quedaron sin inventiva al momento de elegir el nuevo título. Su “creatividad” se vio desgastada al canalizarla hacia una cantidad invaluable de efectos especiales posibles. Este parece ser uno de los ingredientes primordiales para que una película, al menos en nuestro país, arrase las taquillas

¿Tantos condimentos inverosímiles son necesarios para atraer a nuestro público? En otras palabras ¿El ingrediente secreto es la inverosimilitud? Evidentemente, nos gusta ver lo inalcanzable. ¿Somos la prueba viviente de que el cine es únicamente una forma de entretenimiento antes que el Séptimo arte?

Por lo pronto, esta franquicia tiene proyectadas dos nuevas entregas y el inicio de spin-offs con algunos de sus personajes. Quizás en unos años logremos empezar a revertir esta visión y considerar al cine como arte antes que como un bien de consumo.

Ariana Osuna Vargas
a.osunavargas@magoyaproducciones.com

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