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‘Death Note’: una adaptación innecesaria

Death Note es un manga escrito por Tsugumi Oba e ilustrado por Takeshi Obata, posteriormente adaptado a un anime por Tetsuro Araki. Además de poseer live actions en Japon y videojuegos, le sumamos la adaptación de Adam Wingard para la plataforma Netflix.

El argumento gira alrededor de Light Yagami, un estudiante modelo que por azares del destino logra tener en su poder una Death Note. Esta libreta equivale a los poderes de un dios de la muerte que puede matar a cualquier persona con solo imaginar su rostro. Light, en vez de asustarse por esto, decide que es una oportunidad de hacer del mundo un lugar mejor. Es por eso que decide matar a todos los criminales adoptando el nombre de Kira. Para impedir esto aparecerá en escena L, el mejor detective privado del mundo.

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Así es el argumento (claro está, muy resumido y sin spoilers) de la obra. También fue lo utilizado por Adam Wingard para la adaptación del título.

Nuestra crítica

El primer error de la película es justamente que se le quita toda la profundidad que tiene la obra original. El ritmo del film es extremadamente rápido sin darnos tiempo a profundizar en ningún personaje y, para quien no conoce la obra original, puede ser difícil comprender todo lo que sucede.

Mientras que la Death Note es fundamental en la trama original, lo más interesante es el duelo de egos que se produce entre Kira y L, que representan dos modos diferentes de ver la justicia. En esta adaptación todo eso queda de lado al cambiar rotundamente sus personalidades dejando unos personajes planos y estereotipados que obtienen conclusiones en base a nulos argumentos. Por ejemplo, L decide filtrar información en la policía de Seattle porque está seguro que Kira es estadounidense, aunque mata en varios continentes, no justificando en absoluto que sea del país del norte.

En los protagonistas la sobreactuación abunda y sus interpretaciones pierden la seriedad en situaciones dramáticas. Destacamos la elección de Willem Dafoe para hacer la voz de Ryuk. Pese a ser una inclusión por computadora, el shinigami es sin duda el mejor personaje de la película.

La fotografía está bien lograda. Deja en claro la estética que se quiere transmitir. Quizás en algunos momentos el uso excesivo de la cámara inclinada hacia un lado puede llegar a molestar, pero, a nivel general, se realizó un buen trabajo. La banda sonora no es la apropiada para lo que se quiere contar, siendo el elemento más desconcertante de la producción.

Una adaptación bastante acelerada

Esperamos que este título sea un paso en falso de Netflix. Realmente anhelamos para el futuro grandes adaptaciones de mangas y animes en la plataforma. Si hay que elaborar una conclusión en pocas palabras, afirmamos que ‘Death Note’ solo es comparable con lo que James Wong hizo en ‘Dragon Ball Evolution’.

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